Déjate llevar...

jueves, 20 de noviembre de 2008

Frente a frente


Tu compañía es alivio, descanso y desahogo siempre ¿Qué te impide venir? Yo te hago la misma pregunta, así que propongo un encuentro en algún punto intermedio, así yo iré y tú irás, es justo. ¿En qué momento? Es algo que está dentro de cada uno, que sabemos e incluso, en repetidas ocasiones hacemos de cuenta que desconocemos.

No tenemos que observar el lento intervalo de segundos, minutos, horas, días. Es tener el valor y reconocer sincrónicamente que hay un diálogo pendiente entonces estaremos frente a frente, sin buscarnos.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Oscuridad

No se bien cómo llegué hasta aquí. Ni siquiera un rayo minúsculo de luz que dé la pista de mi arribo. Un dulce aroma me percató de tu figura. ¿Escuchas mi voz? Entonces sigue el sonido y acércate a mí, no temas. Este lugar parece vacío. Pero aquí estás tú, estoy yo, con eso nos basta. Rodeados por estas cuatro paredes de idéntica dimensión.

Estás en el suelo, en un rincón. Siéntate a mi lado y con tus manos acaricia mi rostro. Los rasgos son suaves. Te envolveré con mis brazos para que no sientas frío. Puedo sentir tu corazón afligido. Necesito confiarte un secreto. No puedo soñar, sí no hubieses venido, creo que no lo hubiera soportado un instante más. ¿Crees que soy un sueño?

Pedí la oscuridad para sentir paz, pero no vino sola, llegó la incomunicación, el aislamiento, y sin darme cuenta me salí del mundo.
La calma no ha llegado hasta ésta especie de cárcel que has creado, y nadie dictó una condena eterna. Ahora solo quiero salir de este encierro y poder correr nuevamente libre.

Primero, secaré las gotas de agua marina que han formado un charco a tu alrededor. Levántate, sin prisa pero sin demora. Olvida la aflicción y sígueme. ¿Será un viaje largo? Confía, y todo pasará en menos de un segundo.

Y sigo aquí, luminosidad intensa, son cuatro paredes, una ventana y la puerta abierta. Te siento cercana y se que te has ido, pero no tardaré en ir hacia tí.