Cuatro ciclos después

Has despertado, lejano otra vez, con la mirada en el horizonte. No importa cuánto tiempo haya pasado, no tiene importancia, sigo siendo yo y tu sigues siendo un espectro en mi vida.

Olvido, no. No es olvido. Fue apenas una postergación. Pero ahora vuelvo a tu espacio desde mi espacio, sin pedir permiso. Apenas un vestigio de luz ilumina tu rostro pero te veo claramente. Tu forma no ha cambiado y tus ojos conservan la inocencia del ayer.

El  sueño se ha desvanecido y de pronto vino el pasado. Te estaba buscando, pero no estaba en mis planes encontrarte. Estoy sola.

¿Qué te han hecho? ¿por qué tus manos están frías? 

No es el cuerpo, es mi alma. He llegado a sentir un vacío profundo, y quizá ello me llevó hasta ti nuevamente desde aquí.

Sabes bien que puedo estar allí si me lo pides, estar, sin estar, acompañarte sin que me veas, sentirte sin que roces mi piel.