Déjate llevar...

sábado, 16 de agosto de 2008

Hora Cero



¿Qué te detiene? Si tú me lo pides, voy, con pasos suaves, pero firmes, es mejor no dudar. Me convertiré en tu visitante, y mi día es imprevisto, el de la diosa Venus. ¿Ahora seré yo quién haga las preguntas, los cuestionamientos?. Serás tú quien trate de aclarar aspectos de mí que quizá aún no has descubierto.


Lentamente dejo envolverme por los aromas que me rodean, del sonido que dejo fluir indistintamente, son la guía en este viaje hacia tí. No pude dejar pasar un día más, sencillamente no pude esperar.


Respiro profundamente y sigo el camino.


Sigo tu voz para recorrer a una velocidad que por momentos sacude mi ser. Estoy a tu lado, estas mirando a tu derecha, tu brazo sirve de apoyo a tu cabeza, ¿te he despertado? Es difuso, en sueños invoqué tu presencia y ahora estás aquí. Es una especie de primer encuentro, ahora estas en otra parte. Pudiste dejar la seguridad de tus cuatro paredes y decidiste salir a ver el sol. Mañana verás conmigo la luna.


¿Cómo descubriste que existía? Tal vez siempre lo supe, es solo que entre tanto buscar, simplemente perdí el recuerdo. Me agrada tu risa. ¿Cómo se pierde un recuerdo? ¡Olvidándo! ¿Y cómo rescatas algo del olvido? Los sueños son cómplices, pero tienes que estar consciente de que sueñas, sino, no sirve. ¿Entonces soñaste conmigo? Has sido tú quien me llamó. Azules turquesas, es así como yo imagino tus ojos. Certeza. Ahora sabes que puedo cumplir una promesa. Hora uno, hora de partir.

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